Mucho se ha estado hablando del financiamiento climático, pero muy poco sobre los otros mecanismos y facilidades que la Convención de Cambio Climático ha habilitado para la formación de capacidades y transferencia tecnológica.
Aparte de un claro mandato al mecanismo financiero de la Convención de apoyar a los países a lograr sus NDC´s, existen una serie de reglas menos conocidas para apoyar a los países en sus esfuerzos de desarrollo de capacidades y transferencia tecnológica.
La Convención ha habilitado instrumentos internacionales para establecer mecanismos de política pública como ser planes de cambio climático para la #adaptación (NAP), con prioridad pero no restringido a países menos desarrollados (LDC) y pequeños países insulares (SIDS) y otros instrumentos metodológicos y de estandarización como NAMA (Nationally Appropiate Mitigation Actions) que apuntan a favorecer la transferencia tecnológica.
El financiamiento es sin duda uno de los elementos centrales, pero no el único al pensar en procesos de formación de capacidades y transferencia tecnológica, el Acuerdo de París alienta a los países a tomar la iniciativa y a explorar en que medida los mecanismos de transferencia tecnológica y formación de capacidades que vinculan a procesos de cooperación internacional incluyendo la cooperación sur - sur se ajustan a sus prioridades e intereses nacionales.