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Promoviendo la participación pública para que el Acuerdo de París funcione.

Actualizado: 22 ago 2022




La adopción del Acuerdo de París en 2015, marcó un cambio significativo en el reconocimiento del papel de los llamados "Actores que no-Partes", incluyendo la sociedad civil, los gobiernos locales, el mundo académico, las empresas y otros, en la lucha contra el cambio climático. En París, las Partes de la CMNUCC pusieron de relieve las medidas llevadas a cabo por actores no-Partes y establecieron diversos procesos para hacer un ´scaling up´de estas medicas. El lanzamiento de la Alianza de Marrakech para la Acción Climática Global a finales de 2016 reafirmó el reconocimiento de que la acción climática de una variedad de actores interesados será esencial para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 sobre la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático.


Los actores no-Partes tienen un papel clave que desempeñar en el diseño y el seguimiento de las políticas nacionales de aplicación del Acuerdo de París.


Sin embargo, gran parte del debate sobre el papel de no-Partes del Acuerdo de París se ha centrado en fomentar las acciones de estas partes interesadas: ciudades y regiones que emprenden ambiciosas iniciativas climáticas, empresas comprometidas con hacer más verdes sus operaciones, sensibilización de la sociedad civil, etc. Aunque tales acciones son indudablemente importantes, representan sólo una parte del papel vital de no-Partes en hacer que París funcione. No-Partes tienen un papel clave que desempeñar en el diseño y el seguimiento de las políticas nacionales de aplicación del Acuerdo de París.


La gobernanza participativa es en sí misma un objetivo de la Agenda 2030, con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 subrayando la necesidad de "asegurar una toma de decisiones receptiva, inclusiva, participativa y representativa a todos los niveles" (SDG 16).


A través del Reglamento, las Partes determinarán las reglas operacionales para varios mecanismos clave, incluyendo la comunicación y la contabilidad de las Partes a nivel nacional El desarrollo de planes nacionales de adaptación, el marco de transparencia mejorado en virtud del cual las Partes informan y examinan los progresos, los "inventarios mundiales" quinquenales para realizar un seguimiento de los progresos hacia los objetivos a largo plazo del Acuerdo y el mecanismo para Promover la implementación y facilitar el cumplimiento.


Pero esta agenda para finalizar el Rulebook de París pasa por alto el rol de no-Partes en el fortalecimiento de estos mismos mecanismos. Para dar un ejemplo de esta falta de reconocimiento, un seminario reciente de la CMNUCC sobre transparencia fue cerrado a los observadores y el informe resumido del taller no menciona la posible contribución de no-Partes al marco de transparencia. Sin embargo, sabemos que no-Partes pueden hacer una contribución significativa a estos mecanismos. Por ejemplo, la sociedad civil puede actuar como vigilante, monitorear la implementación y el cumplimiento, y proveer un escrutinio público que pueda incentivar las acciones de las Partes para cumplir, e ir más allá, en el nivel de ambición a que se comprometieron. No-Partes también pueden: proporcionar información y conocimientos pertinentes sobre dónde estamos en términos de reducción de emisiones; Identificar nuevas opciones para una acción climática más profunda y rápida; Ayudar a superar los principales obstáculos de la aplicación, como las deficiencias de capacidad, la financiación o los conocimientos técnicos; Y elevar la ambición de las Partes por liderar el camino. Todas las Partes en el Acuerdo de París ya han reconocido la importancia de estas múltiples funciones en el contexto de otros instrumentos internacionales.


Así, las partes interesadas tienen una contribución clave que hacer para poner en práctica el Acuerdo de París. Por ejemplo, para que los Compromisos Nacionales (NDC´s por sus siglas en inglés) sean verdaderamente "determinados a nivel nacional" y aseguren que su implementación se beneficie de un amplio apoyo público, las Partes deberían incluir a los actores nacionales en el desarrollo de los mismos, así como en los planes de adaptación. Además, se podría invitar a la sociedad civil y a los organismos de investigación a que complementen los informes gubernamentales sobre los progresos realizados en la aplicación de los NDC´s, para que sirvan de guía al proceso de revisión y evaluaciones en el marco de la transparencia. Asimismo, se puede invitar explícitamente a las partes interesadas a intervenir y contribuir en el período previo y durante las evaluaciones periódicas de la ambición colectiva -incluidas las evaluaciones globales y, más inmediatamente, el Diálogo de Facilitación de 2018. Finalmente, se podría asignar a las organizaciones observadoras funciones en relación con el mecanismo de implementación y cumplimiento para ayudar a este mecanismo a lograr su propósito. De esta manera, las partes interesadas pueden fortalecer la propiedad pública y el apoyo a las políticas climáticas, ofrecer conocimientos y conocimientos independientes y complementarios sobre los progresos realizados por las Partes en la aplicación y mejora de la ambición del Acuerdo de París, Dentro de los países y, si es necesario, ayudar a las Partes a rendir cuentas. Como proceso intergubernamental, las decisiones en el marco del Acuerdo de París son adoptadas en última instancia por los Estados soberanos. Sin embargo, dejar las contribuciones de no-Partes fuera del diseño y la aplicación del Reglamento de París sería una oportunidad perdida tanto para las Partes como para no-Partes -tanto como una acción climática eficaz (SDG 13) (SDG 16).



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